La relación calidad-precio en Casa Maya es excelente, las cabañas son preciosas y están equipadas con todo lo necesario para una estancia cómoda. El personal, especialmente Paola, fue muy amable y servicial, incluso nos llevó en su coche al autobús el último día.

La oferta de desayunos podría mejorar, quizás añadir más opciones o variedad en el menú.

La habitación de Casa Maya en Santa Catalina fue increíblemente acogedora y cómoda. Me sentí como en casa con la decoración moderna, la cama suave y el ambiente relajante.

Aunque la casa ofrecía televisión por cable según la base de datos, personalmente, no sentí la necesidad de ver la televisión durante mi estancia.

Mi estancia en Santa Catalina fue maravillosa! La cabaña era acogedora, cómoda y estaba completamente equipada. Todo estaba muy limpio y la dueña era muy amable. El clima cálido y agradable también fue perfecto. ¡Definitivamente volvería!

¡Qué divertido fue el día de hoy dando un paseo bajo el agua! Los centros de buceo certificados PADI en este alojamiento hicieron que me sintiera como un delfín explorando el océano. No puedo esperar para volver a sumergirme en las hermosas aguas cristalinas.

Conexión a internet lenta.

Me encantó el buen gusto en la decoración de las cabañas de Casa Maya. Los sofás y las mesas eran muy cómodos, perfectos para disfrutar de un buen descanso. Además, las áreas comunes del hotel estaban muy bien cuidadas, con bonitos jardines y una amplia terraza donde podía sentarme a relajarme y disfrutar del aire libre. También me gustó mucho la accesibilidad del hotel para personas mayores, ya que tenía rampas y pasillos amplios que facilitaban mi movilidad.

Me hubiera gustado que hubiera mosquiteras en todas las ventanas de las cabañas. Aunque solo había en una, creí que sería mejor tenerlas en todas para evitar la entrada de mosquitos y otros insectos.

Me encantó el lugar rodeado de árboles y plantas, el silencio de la noche y la tranquilidad. Los dueños son muy solidarios y al lado tienen una pizzería, no se pueden perder las pizzas a la piedra. A pocas cuadras uno puede encontrar las playas que son increíbles. El pueblo es pequeño, pero se pueden encontrar restaurantes, supermercados y hasta un lugar donde hacer yoga. Cómodo y limpio lugar para descansar con amenidades en caso que quieran cocinar. Paola, la anfitriona, estuvo muy pendiente de nosotros desde antes de nuestra llegada hasta la salida.

Nada 😊

La ubicación de este alojamiento es ideal, a solo 5 minutos a pie de la playa del centro del pueblo y a solo 3 minutos a pie de la famosa zona de surf. ¡Es como tener acceso directo a una ola perfecta sin tener que lidiar con las multitudes!

Me encantó el trato amable y cordial que recibí durante mis vacaciones en este lugar. Los anfitriones fueron muy atentos y serviciales, incluso me llevaron al autobús al final de mi estancia. Además, las cabañas estaban muy bien diseñadas y cómodas, con una cocina equipada donde pude preparar mis desayunos. También me gustó la ubicación del lugar, cerca de varios restaurantes y negocios locales. Sin duda, disfruté de la playa que estaba a poca distancia.

Tuve algunos inconvenientes durante mi estancia. La conexión a internet era bastante lenta y tenía que comprar tarjetas para acceder a ella.

El alojamiento se encuentra en un pueblo tranquilo, un poco alejado del centro. Las casitas tienen su propia cocina bien equipada y las habitaciones ofrecen aire acondicionado en todas las zonas. Además, el trato de la dueña es amable y servicial, resolviendo cualquier solicitud que se le haga.

El único aspecto negativo es la falta de wifi, lo cual puede resultar incómodo para aquellos que necesiten estar conectados durante su estancia.

Nuestra estancia en Casa Maya fue increíble. El apartamento era muy cómodo y estaba impecablemente limpio. Disfrutamos de toallas para ducharnos y toallas grandes para la playa. La cama era muy cómoda y el aire acondicionado funcionaba de maravilla. La ubicación también era perfecta, con una deliciosa pizzería y heladería cerca. La cocina del apartamento estaba equipada con todo lo necesario para cocinar, y la nevera funcionaba perfectamente. Nos sentimos como en casa.

Me encantó la decoración de Casa Maya, especialmente las áreas comunes. El jardín y la terraza estaban tan bien cuidados que realmente me sentí en un verdadero oasis. Además, el hotel era muy accesible para personas mayores como yo. Había rampas y pasillos amplios que facilitaban el movimiento sin problemas.

Me hubiera gustado que el personal del hotel fuera un poco más atento y servicial. A veces parecían estar más preocupados por sus propios asuntos que por brindar un excelente servicio a los huéspedes mayores.

Las cabañas eran súper cómodas y tenían todo lo que necesitábamos. El aire acondicionado funcionaba de maravilla, y la conexión wifi nos permitía estar siempre en contacto con nuestros amigos. Además, el personal, especialmente Paola y Omar, siempre estaban dispuestos a ayudarnos y nos daban los mejores consejos. También disfrutamos mucho de la pizzería Jamming y de los helados artesanales de La Moncheria que estaban justo al lado. ¡Y la playa de Santa Catalina estaba a solo un saltito de distancia!

Si tuviéramos que pedir algo más, nos gustaría que hubiera un lugar cerca de Casa Maya donde los jóvenes como nosotros pudieran ir a divertirse por las noches. Aunque encontramos varios restaurantes y bares, nos gustaría que hubiera un lugar específico para fiestas en Santa Catalina.

Siempre vuelvo a este hotel porque el personal es amable y me ayudó cuando necesité extender mi estancia. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi, estacionamiento gratuito, utensilios de cocina, aire acondicionado, servicio de transporte. Además, hay muchas actividades para hacer como senderismo, paseos en canoa, pesca, snorkeling. tienen un restaurante, acceso a la playa, masajes, juegos de mesa y servicios de niñera. No hay mascotas ni se permite fumar. Definitivamente volveré por unos días más.

Lugar limpio y acogedor cerca del mar. Buena atención y facilidades. Ambiente agradable y cómodo. Recomendado para descansar y disfrutar de la cocina. 🌴

La cabaña es muy cómoda y está bien equipada. Cuenta con una cocina equipada y un refrigerador, lo cual es muy útil. La cama es grande y cómoda, perfecta para descansar. La dueña, Paola, estuvo siempre muy atenta a nosotros.

Me sentí como en un cuento de hadas, no tengo ninguna razón para quejarme.